Tradicionalmente, para obtener mejores cosechas, únicamente se empleaban fertilizantes que proporcionasen nutrientes a las plantas. Sin embargo, en los últimos años cada vez va cobrando más importancia el uso de bioestimulantes como complemento a los fertilizantes, para así obtener mejores cultivos y, por tanto, incrementar la productividad en las cosechas.
¿Qué son los bioestimulantes?
Los bioestimulantes son sustancias y/o microorganismos que se emplean como complemento a la nutrición, mejorando los mecanismos de absorción de los nutrientes y la eficiencia de los fertilizantes, obteniéndose mayor rendimiento en los cultivos y una mejor calidad en las cosechas. A través del empleo de bioestimulantes se consigue mejorar también las propiedades del suelo, favoreciendo la formación del microbiota, lo que promueve el crecimiento de las plantas.
Otro de los grandes beneficios que ofrece el uso de bioestimulantes en la nutrición vegetal es que favorecen la tolerancia frente al estrés abiótico (factores ambientales: sequía, heladas, exceso de calor, plagas, etc.) y biótico (hongos, bacterias, etc.), los cuales influyen negativamente sobre el desarrollo de las plantas.
En función de los resultados que se quieren obtener, la aplicación deberá ser vía radicular (en las raíces) o vía foliar (en las hojas). Su aplicación será vía radicular si lo que se pretende estimular son las raíces. En el caso de que se quiera potenciar la floración y formación de frutos, la aplicación será vía foliar.
Aminoácidos (AA) como bioestimulantes.
De la gran cantidad de bioestimulantes que se conocen hoy en día, uno de los más usados son aquellos basados en aminoácidos (AA), moléculas orgánicas que se obtienen a partir de la descomposición de las proteínas en estructuras más pequeñas. Los aminoácidos son “agentes energéticos” que se asimilan muy bien por parte de la planta. Afectan directamente a su crecimiento y desarrollo ya que participan en muchas reacciones fundamentales en las plantas. De la variedad de aminoácidos que existen, sólo los L-aminoácidos y aquellos que no están ligados a ningún otro (conocidos como “aminoácidos libres”), influyen positivamente en el metabolismo vegetal, ya que son los que forman parte de las proteínas de las que se alimentan los vegetales.
Combinando bioestimulantes junto con los fertilizantes se conseguirá mayor calidad y productividad en los cultivos!