En el sector de la construcción se utilizan aditivos químicos con el fin de solventar los problemas que presenta el trabajo con cemento (tiempos de hidratación, de fraguado, trabajabilidad, etc.) sin variar las características mecánicas del hormigón.
Uno de estos aditivos es el heptagluconato sódico, DABEERSEN 284, que se mezcla con el cemento para obtener un triple efecto: plastificante, retardante de la hidratación, y, potenciador de la resistencia del hormigón.